ELEDEGREEN: Tratando la depresión con cannabinoides

jueves, 15 de mayo de 2014

Tratando la depresión con cannabinoides

International Association for Cannabinoid Medicines (logo)Aunque existe una gran variedad de medicamentos disponibles para la depresión, el tratamiento no es siempre eficaz y es aconsejable seguir buscando nuevas opciones alternativas. Los resultados de los estudios en animales, los informes anecdóticos de la experiencia de pacientes que consumen cannabis y las observaciones de los estudios clínicos cuando se han usado cannabinoides en enfermedades graves, sugieren que los agonistas de los receptores cannabinoides poseen potencial efecto anti-depresivo. Desde 2003 hasta 2006 fueron tratados con éxito 75 pacientes con depresión, estrés y síndrome de desgaste en consulta médica generalista con dronabinol, componente del cannabis, solo o en combinación con otros antidepresivos. Presentamos dos casos clínicos. La conclusión es que el dronabinol puede tener eficacia antidepresiva y ser utilizado con facilidad en la práctica médica.

En varios estudios prospectivos se ha asociado el consumo de cannabis con un mayor riesgo de desarrollar depresión y ansiedad, especialmente cuando se realiza durante la adolescencia [1,2]. Parece haber menos evidencia de una correlación durante la edad adulta entre la depresión y el consumo de cannabis [3,4]. Por otro lado los pacientes, en numerosas encuestas y entrevistas, han informado de un efecto anti-depresivo y ansiolítico del cannabis [5-11]. Los enfermos que sufren de enfermedades crónicas afirman que el consumo de cannabis no sólo mitiga los síntomas físicos, como el dolor, las náuseas y la falta de apetito, sino también mejora el bienestar general y disminuye la ansiedad y la depresión [8-10, 12].
En varios estudios clínicos, en los que fueron monitorizados los parámetros subjetivos, los cannabinoides no sólo mejoraron los síntomas físicos, sino también dieron lugar a mejora del bienestar y a efectos antidepresivos cuantificados [13-15]. Un estudio realizado por Musty (2002) con voluntarios sanos que fumaban cannabis mostró una correlación positiva de puntuaciones en una escala de depresión (la MMPI), lo que indica un efecto antidepresivo [16].Estos indicios de un posible papel terapéutico en los síntomas de la depresión alentó al autor a iniciar la administración de dronabinol a determinados pacientes seleccionados con depresión.
Experiencias en la práctica médica El autor pasa consulta como médico generalista en el centro de Viena, donde vive y trabaja una gran población de jóvenes. A finales de los 90’s comencé a administrar de manera selectiva dronabinol a los pacientes más jóvenes a los que no les iba bien con los antidepresivos disponibles, por los efectos secundarios o por falta de eficacia terapéutica. En Austria, el ingrediente activo de la cannabis está disponible para tratamiento médico desde 1998. La mayoría de estos primeros enfermos, que sufrían de depresión reactiva o síndrome de desgaste (o burnout), conocían bien el potencial terapéutico del cannabis y consideraron razonable probar con el dronabinol.
Entre 2003 y 2006 he tratado en mi consulta con dronabinol a unos 250 pacientes que sufrían de una amplia gama de enfermedades. Unos 75, lo que representa el 30%, sufrían depresión, sensación de sentirse abrumado o síndrome de desgaste. Fijamos una dosis inicial, durante varios días, de 2’5mg de dronabinol por cápsula, hasta una que, en general, osciló entre 5 y 7’5 mg al día. Para casi el 80% de los enfermos el uso de la medicación se correlacionó con una rápida mejora del ánimo deprimido o la sensación de sentirse abrumado.
Sólo el 20% de ellos no experimentó mejora significativa del ánimo. A este grupo le administramos una terapia combinada de dronabinol y un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) como el hidroclorido de fluoxetina a dosis de 20 mg al día, o un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina (ISRN) como el milnacipran 50 mg al día. Este tratamiento dio lugar a una rápida y satisfactoria mejoría de la depresión y la falta de vitalidad.
Los efectos secundarios fueron generalmente pequeños. La dosis diaria efectiva de dronabinol en general varió entre 7’5 y 12’5 mg al día. Sólo unos pocos pacientes requirieron una mayor, por lo general los que también sufrían trastorno del sueño.

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